miércoles, 11 de marzo de 2009

Caimán del Orinoco…especie amenazada

Hacia finales del siglo 18 existía una población de una “abundancia extraordinaria”, sin embargo, desde el año 1979 el caimán del Orinoco se encuentra bajo protección especial por ser una de las doce especies animales más amenazadas de extinción

Evelyn Guzmán Bigott
Fotos Google

Cuando sus intimidantes ojos se asoman en el apacible Orinoco, el temor invade a cualquier ser vivo que logra captar la presencia de una de las especies más agresivas del ecosistema orinoquense. Sigilosos, espían a sus presas (chiguires, venados, aves acuáticas, entre otros); llegando a capturar, incluso, a las más grandes, arrancándolos en pedazos con sus enérgicos movimientos giratorios, mientras sus dientes, gruesos y cortos, las sostienen fuertemente.
Pero, a pesar de su aspecto atemorizante, el Caimán del Orinoco es una de las doce especies animales más amenazadas de extinción, según la lista de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). Hacia finales del siglo 18 existía una población de una “abundancia extraordinaria”, según registros históricos, sin embargo, desde el año 1979 el caimán del Orinoco se encuentra bajo protección especial.

TODO ORINOCO
En el mundo existen 22 especies de caimanes, según detalla la investigadora del Instituto Limnológico de la Universidad de Oriente, Aldeima Pérez, quien ha dedicado parte de sus investigaciones al estudio de las técnicas para la incubación artificial de los huevos de baba; de las cuales “cinco se encuentran en Venezuela: Caiman crocodilus (baba), Paleosuchus palpebrosus y Paleosuchus trigonatus (caimanes enanos), Crocodylus acutus (Caimán de la Costa) y Crocodylus intermedius (Caimán del Orinoco)”.
Este último, tal como su nombre lo indica, es un reptil que se encuentra sólo en la cuenca del río Orinoco, la cual abarca los territorios de Venezuela y Colombia, aunque en el vecino país se considera prácticamente extinto.
Al respecto, el presidente de la organización ambientalista Conservación Internacional-Venezuela, (CI) Franklin Rojas Suárez, reconoce que en el pasado “el caimán del Orinoco se encontraba en casi todos los ríos de gran cauce y aguas turbias de la cuenca del Orinoco, tanto en tierras bajas, a lo largo de llanos y sabanas inundables, áreas boscosas del sur del país y hábitat adecuados hacia el pie de monte andino; pero desafortunadamente, lo que queda del majestuoso Caimán del Orinoco es sólo una pequeña muestra de lo que era”.
Refiere este investigador venezolano -uno de los autores del Libro Rojo de la Fauna Venezolana-, que los escritos del naturalista alemán Alexander von Humboldt, dan cuenta de la abundancia de esta especie a principios del siglo XIX, “aunque su cacería ya era intensa. Entre 1930 y 1950 el caimán fue extinto en muchas zonas y hoy sólo quedan pocos sobrevivientes”. De hecho, cuenta la historia que la exportación de pieles de caimán comenzó en Venezuela durante el gobierno de Juan Vicente Gómez.

DE VUELTA A CASA
Actualmente, según registros de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemática y Naturales, Fudeci, en Venezuela existen dos o tres poblaciones importantes de sólo 100 hembras adultas. El trabajo que esta fundación viene realizando desde hace 16 años, a través del programa de reproducción de caimanes del Orinoco en cautiverio, les ha permitido liberar más de 5 mil reptiles. A partir de 2001, esta fundación se incorporó al programa nacional de recuperación de esta especie que coordina el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente (MinAmb).
Según Fudeci la primera liberación documentada de caimanes, criados en cautiverio, se realizó el 17 de abril de 1990, con ejemplares juveniles provenientes de los cuatro centros principales de cría existentes en Venezuela: los hatos Masaguaral (Guárico), El Frío y Puerto Miranda (Apure), y la Estación Biológica de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (Unellez), con sede en Guanare (Portuguesa).

Hasta 1995, estos cuatro centros habían liberado cerca de 1.240 caimanes, principalmente en el Caño Guaritico, decretado Refugio de Fauna Silvestre en 1989 para proteger esta especie, así como en el río Capanaparo, dentro del Parque Nacional “Santos Luzardo”, creado en 1988.
Segun la memoria y cuenta 2007 del MinAmb se liberaron 457 caimanes del Orinoco, para alcanzar un total 5.481 liberados por el mencionado programa nacional de recuperación de la especie.

IMPORTANCIA BIOLÓGICA
Omar Hernández, director general de Fudeci, advirte que la intención de conservar estas especies, aparte de su importancia biológica, “es el valor humano, porque el hecho que esté en peligro de extinción se debe al uso que se le ha dado, porque son especies importantes por el consumo de su carne y de su piel. Lo que queremos es seguir recuperándolas para darle un aprovechamiento racional”.
Detalla Hernández que los caimanes son especies claves del ecosistema, porque tanto la tortuga como los caimanes ponen huevos durante la época seca, cuando escasea el alimento para el resto de los animales, “y resulta que todos los huevos como los neonatos de estas especies mueren casi en un 99 por ciento víctimas de otros animales, pero aunque suene despiadado, ellos son alimento de otros animales que en dicha época no suelen encontrar mayor abastecimiento de alimentos”.
Por su parte, el directivo de CI, Franklin Rojas es de los que afirma que “los caimanes son necesarios para los ecosistemas donde ellos habitan, ya que logran eliminar individuos viejos o enfermos de otras especies de las cuales se alimentan, controlándose así la sobrepoblación de aquellas. Además, se trata de la única especie de cocodrilos cuya distribución está restringida a una sola cuenca hidrográfica, la cuenca del río Orinoco, lo cual lo hace casi exclusivo de Venezuela”.

HASTA SEIS METROS
Aunque su tamaño lo hace una especie intimidante, el crecimiento del Caimán del Orinoco es lento. Según destaca el representante de CI, cuando llega a la madurez, lo cual suele ocurrir a los 13 años, alcanza un tamaño de 3 metros, sin embargo, “puede llegar hasta seis metros o un poco más, pero siendo un animal tan buscado por el hombre, es difícil que un caimán logre llegar a estos tamaños sin ser cazado y hoy la mayoría de los caimanes observados miden entre 3 y 4 metros”.
Rojas explica que al llegar a esta etapa puede reproducirse entre los meses de enero y febrero. “La hembra construye su nido con ramas de árboles y arena, a la orilla de los ríos, donde deposita entre 40 y 70 huevos. Entre marzo y abril, cuando van a nacer los caimancitos, la hembra regresa al nido y ayuda a sus hijos a llegar al agua, donde los protegerá de otros depredadores”.
Otros estudios revelan que el sexo de los cocodrilos dependerá de la temperatura del nido en donde se encuentran los huevos, “a menores temperaturas el porcentaje de hembras es mayor”.

USO SUSTENTABLE
Omar Hernández, como titular de Fudeci, está en conversaciones con el Ministerio del Ambiente para que se abra una especie de periodo de comercialización de cría de caimán.
Explica que el objetivo es liberar caimanes en el medio silvestre y que el campesino pueda vender sus huevos a los zoocriaderos y éstos puedan vender pieles y nuevamente, liberar caimanes en el medio silvestre. “Queremos lograr un uso sustentable del recurso, porque sería imposible poner un guardián en cada caño ribereño para que no maten un caimán, pero si el campesino ve que obtiene un beneficio conservando el caimán, lo hará”.
El titular de Fudeci apuesta por el desarrollo de zoocriaderos particulares aunque advierte que es un objetivo difícil de alcanzar con la legislación actual. “Hay que plantearlo primero ante la Convención Internacional sobre el Comercio de Especies Amenazadas, una comisión internacional que se reúne cada cinco años y es la encargada de avalar esta solicitud, pero todas las poblaciones de caimán que se han recuperado en otras latitudes han sido gracias a ese método. Tampoco es nada nuevo lo que estamos proponiendo”.
Con relación al negocio de la piel, Hernández indicó que el mismo está bien restringido por lo que considera que es casi imposible el tráfico. Recordó que la mencionada Convención Internacional, evita que se puedan importar o exportar pieles sin permiso y a su juicio es una institución “bastante eficiente”.

El ordeño de caimanes El director de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, Omar Hernández, considera que al ser el caimán del Orinoco un depredador, “al que le tienen miedo y es peligroso”, la única manera de que el campesino entienda la importancia del caimán es que en un futuro inmediato se pueda aprovechar la piel del caimán.
“La única manera que un campesino pueda tener un caimán al lado de su casa, es que pueda tenerlo para vender sus huevos, porque si no, tendrá que matar a la caimana. Es preferible que él tenga esa opción para evitar que mate a la hembra reproductora, porque será como una vaca que tenga que ordeñar todos los años”.
Fuentes consultadas: Fudeci/Ministerio de Ambiente de Colombia y Venezuela/Fundación Polar/Conservación Internacional






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