viernes, 8 de mayo de 2009

Influenza porcina: La industria de la carne desata una nueva plaga

04-05-09, Por GRAIN




México se encuentra sumido en una repetición infernal de la emergencia de la gripe (o influenza) aviar en Asia, aunque con un mayor grado de mortalidad. Una vez más, la respuesta oficial de las autoridades llega demasiado tarde y plagada de falsedades. Y otra vez más, la industria mundial de la carne es el centro de la situación y fabrica todo tipo de desmentidos a medida que se acumula evidencia sobre su papel en la crisis. Sólo cinco años después del inicio de la crisis de gripe aviar causada por el virus H5N1 y luego de otros tantos años de una estrategia mundial contra las pandemias de influenza coordinada por la organización Mundial de la salud (OMS) y la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), el mundo está atónito con el desastre provocado por la gripe porcina. La estrategia global ha fracasado y debemos reemplazarla con un sistema público de salud en el que la población pueda confiar.

Lo que sabemos de la situación en México es que oficialmente han muerto más de 150 personas debido a una nueva variante de gripe porcina que, en realidad, es un cóctel genético de los virus de las cepas de influenza porcina, aviar y humana. El nuevo virus ha evolucionado hasta convertirse en una forma que se transmite fácilmente de persona a persona y es capaz de matar gente que hasta el momento era perfectamente saludable. No sabemos con exactitud dónde se produjo la evolución y recombinación genéticas, pero el sitio obvio para buscar su origen está en los criaderos industriales de México y Estados Unidos[1]

Los expertos han alertado por años que el aumento de criaderos industriales en gran escala en América del Norte ha creado las condiciones perfectas para el surgimiento y dispersión de nuevas formas de influenza altamente virulentas. “Debido a que los sistemas de alimentación tienden a concentrar grandes cantidades de animales en muy poco espacio, facilitan la rápida transmisión y mezcla de los virus”, dijeron investigadores del Instituto Nacional de Salud (NIH) de Estados Unidos en 2006.[2] Tres años antes, la revista Science advirtió que la gripe porcina evolucionaba una vez más en fase rápida por el aumento en el tamaño de los criaderos industriales y al uso generalizado de vacunas en estos establecimientos.[3] Se repite la historia de la gripe aviar. Las condiciones insalubres y de hacinamiento de los criaderos hacen posible que con mucha facilidad el virus se recombine y desarrolle nuevas formas. Una vez que esto ocurre, el carácter centralizado de la industria garantiza que la enfermedad se disemine a lo largo y ancho, ya sea por las heces fecales, el alimento, el agua, o incluso las botas de los trabajadores.[4] Sin embargo, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos “no existe un sistema nacional de monitoreo que determine cuáles son los virus que prevalecen en la población porcina de Estados Unidos”[5]. La situación es la misma en México.

Las comunidades en el epicentro

Algo que sí sabemos acerca del brote de gripe o influenza porcina en México es que la comunidad de La Gloria en el estado de Veracruz estuvo intentando que las autoridades respondieran a un brote virulento de una extraña enfermedad respiratoria que los afectó en los últimos meses. Los habitantes de La Gloria tienen la certeza que la enfermedad está relacionada con la contaminación provocada por el gran criadero de cerdos recientemente instalado por Granjas Carroll, una subsidiaria de la empresa estadounidense Smithfield Foods, el mayor productor de cerdos del mundo.

Después de innumerables esfuerzos de la comunidad por lograr la ayuda de las autoridades —esfuerzos que fueron respondidos con el arresto de varios líderes comunitarios y con amenazas de muerte contra quienes hablaran contra las instalaciones de la empresa Smithfield— a fines de 2008 algunos funcionarios locales de salud decidieron investigar. Las pruebas revelaron que más del 60% de la población de 3 mil personas estaban infectadas con una enfermedad respiratoria, pero las autoridades no confirmaron de qué enfermedad se trataba. Smithfield negó cualquier conexión de la afección con sus instalaciones. Apenas el 27 de abril de 2009, días después que el gobierno federal mexicano anunciara oficialmente la epidemia de influenza porcina, la prensa reveló que el primer caso diagnosticado en el país fue el de un niño de 4 años de la comunidad de La Gloria, el 2 de abril de 2009. El secretario de Salud de México dice que la muestra que le tomaron al niño fue la única de esa comunidad que las autoridades conservaron. Ello a pesar que una firma privada de evaluación de riesgos estadounidense, Veratect, había notificado a funcionarios de la OMS en la región de los brotes de la potente enfermedad respiratoria en La Gloria desde principios de abril de 2009.[6]Cuando a la muestra obtenida del niño se le hicieron pruebas de laboratorio, se confirmó que era influenza porcina.[7]

El 4 de abril de 2009, el periódico mexicano La Jornada publicó un artículo sobre la lucha de la comunidad La Gloria con la foto de un niño en una manifestación sosteniendo una pancarta con un dibujo de un cerdo y la leyenda: “Peligro, Granjas Carrolls”[8].

Sobre las pandemias de gripe en general, sabemos que la proximidad de criaderos industriales de cerdos y pollos aumenta los riesgos de recombinación viral y el surgimiento de nuevas cepas virulentas de gripe. Se sabe, por ejemplo, que los cerdos criados cerca de las granjas industriales de pollos en Indonesia tienen altos niveles de infección del virus H5N1, la variante mortal de la gripe aviar.[9] Los científicos del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos han advertido que “el número cada vez mayor de criaderos de cerdos en las cercanías de criaderos de aves podría promover aún más la evolución de la próxima pandemia.”[10] Aunque no se ha informado mayormente al respecto, en la región aledaña a la comunidad de La Gloria hay también muchos otros grandes criaderos de pollos. En septiembre de 2008, hubo un brote de gripe aviar en la región. En ese momento, las autoridades veterinarias le aseguraron al público que sólo era un brote local de un tipo de virus poco patógeno que afectaba a las aves de corral. Pero ahora sabemos, gracias a la información que brindó el presidente de la Comisión Ambiental del Estado de Veracruz, Marco Antonio Núñez López, que también hubo un brote de gripe aviar en un criadero industrial ubicado a unos 50 kilómetros de La Gloria, propiedad del mayor productor de aves de México, Granjas Bachoco, brote que no fue dado a conocer por temor a lo que podría implicar para las exportaciones mexicanas.[11] No hay que olvidar que un componente común en el alimento industrial de cerdos es la gallinaza, una mezcla de todo lo que se acumula en el piso de los gallineros industriales: heces fecales, plumas y cama animal.



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